NOVENA PROVINCIA

Llegan las vacunas

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Aunque de forma testimonial, ya han empezado a vacunar. Tenemos que ver ahora la cantidad de vacunas que se tienen que poner hasta que podamos conseguir esa inmunidad de rebaño. Todo va a depender de que se empiece también con la vacuna americana de Moderna, para que de esa manera a finales de año podamos decir que un setenta por ciento de los españoles (cantidad necesaria para poder conseguir esa inmunidad de rebaño) estemos vacunados. Yo estoy deseando hacerlo, es más me presto a vacunarme de todas las diferentes vacunas que pueda comprar el Gobierno, convencido de que lo que hago es bueno para mí y para los demás porque esto es también un tema de solidaridad.

Para los que tengan dudas, decirles que estamos vivos gracias a que hace cincuenta años nos pusieron una vacuna en la parte superior de la paletilla de la que, todavía, la señal es bien visible. De no vacunarnos, hubiéramos muerto de varicela o de sarampión. Ahora, hace solo dos años han muerto de sarampión en el mundo más de cien mil niños de regiones pobres. Es decir, que dudar de la eficacia de las vacunas contra el coronavirus es una tontería y hemos tenido la suerte de que en unos meses ha podido crear varias. Si hubiésemos tenido que esperar cuatro o cinco años, en vez de setenta mil muertos llegaríamos al millón.

Llevo escribiendo sobre el coronavirus desde el 12 de marzo (dos días antes del comienzo del Estado de Alarma), a diario. He escrito un libro. Y me he tomado todo esto de manera responsable, primero, porque soy persona vulnerable al tener todo tipo de patología, y segundo, por los demás, por los que viven cerca de mí, allegados y no allegados. Creo que es la manera de hacerlo, aunque no me crea la mitad de las cosas que nos venden en esta pandemia tan extraña.

Y también me parece impresentable que se hagan chistes sobre una enfermedad que terminará matando a más de cien mil personas y arruinando al país, con decenas de miles de mayores que han tenido una muerte horrible y sin haberse podido despedirse siquiera de sus familiares. ¿Vamos a dudar de vacunarnos o no, cuando podemos evitar más muerte y más ruina? Yo, desde luego, no. Y vengan ya esas vacunas contra el coronavirus y dejen de hacer chistes.

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