Así estamos. Con diecisiete normas diferentes y algunas de ellas en absoluta contradicción. Cada Comunidad Autónoma es un reino de taifa que toma unas medidas diferentes pero que siempre tienen en cuenta el perder el mínimo de votos posibles. Decisiones políticas antes que sanitarias. Así nos va, sin nadie que tome el mando. Sin un líder que, aunque tenga muchas protestas sea capaz de tomar decisiones que antepongan la salud a la economía.
Esto es tan incoherente que Cataluña ha puesto hoy una tope de dinero al costo de las PCR: 75 euros. Entonces, ¿Esto de qué va? Se han pagado hasta 150 euros por una PCR. ¿Bajarán las PCR a 75 euros en toda España?, ¿Por qué no lo ordena así el Gobierno?.
El colmo de las incoherencias es que cualquier turista extranjero que vaya a Canarias tiene que hacerse un test de antígenos, mientras que a partir de mañana los españoles de la península que quieran ir a Canarias tendrán que llevar una PCR hecha 72 horas antes.
Y así estamos, a ver qué ocurre. Deberíamos tomar ejemplo de la Primera Ministra alemana, Ángela Merkel que está liderando la lucha contra la pandemia en Alemania que es un Estado federal pero que ella lo ha capitaneado y ordena una serie de duras normas de obligado cumplimiento. Y es lo que hay.
Sin embargo, aquí están en otras cosas y se nos viene encima de manera inescrutable la tercera ola por mucha vacuna que nos venga antes de final de año.
Todo se deja en manos del sentido común de los ciudadanos y que la mayoría cumple con ese sentido común, pero hay una minoría que parece que el tema no va con ellos. No tenemos a nadie detrás, es lo triste. Tan triste como puede ser la Navidad. Suerte a todos. Y a cumplir con nuestra parte, por favor. Mascarillas, distancia física, higiene y ventilación.
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