Ahora me he enterado de quién es el Melli

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Julio C. Pacheco

Escribiros de política en pleno mes de agosto… no, no os merecéis ese tremendo castigo los cuatro sufrientes que me leéis. Bueno, ahora tres que mi señora dice que no vuelve a hacerlo. Ella denota una inteligencia de la que yo carezco. Aviso a navegantes: cuando digo que no voy a hablar de algún tema es que les estoy vendiendo una moto, en este caso sin intención de meterles nada de mi anatomía, y menos doblada.

Cómo diría el gran humorista y actualmente criador de malvas, Paco Gandía: “Les voy a contar una historia verídica”. La historia comenzó hace ya más de una década cuando el señor Botín, mi señora y yo decidimos invertir en una vivienda en la urbanización Las Perenholas. El trato era que él me dejaría vivir con mi familia y yo le devolvía el dinero, “deesspaaasiiito” y con intereses. La idea me sedujo. Yo, un simple mortal, copropietario de una vivienda: ¡Hemos triunfado en la vida cariño!  

Ya una vez instalados empezamos a ver las carencias de las que adolecía el entorno. Y yo que soy de letras (no confundir con letrado) empecé a enviar escritos y correos electrónicos al Ayuntamiento. Artículos de opinión a los medios. Darle el coñazo a la administradora de la comunidad. A meter papeles en los buzones de los otros vecinos… pero me di cuenta que mi poder de movilización vecinal era inexistente. Hay dones con los que no hemos sido bendecidos y hay que asumirlo.

Luego fui descubriendo el movidón político-local que había en la zona. Ahora eso sí, llámenle ustedes perseverancia o simplemente dar el coñazo, yo insistía. Treinta años de hipoteca me respaldaban.

Primero tuve la propuesta -y prefiero no dar nombres- del respresentante del partido que había salvado económicamente al municipio y a sus proveedores, al que me encontraba cercano en ese momento con funciones de “bulto para actos electorales”, para hacer una reunión con los vecinos. Todo ello acompañado de un equipo de “expertos” y por supuesto con fotógrafos y médios. David, la política entendida por delegación y desde un despacho creo que os llevará a una mera presencia testimonial en las próximas  (¡vaya!, que idiota que soy que se me ha escapado el nombre).

Pues al tema. Había una próxima reunión de la comunidad de propietarios. Días antes se había puesto en contacto conmigo un tal Alconchel: “¿Puedo ir a hablar contigo?”. Yo, que soy de gatillo fácil, le contesté: “No, conmigo no, conmigo y con el resto de los propietarios de está fase”. Quedamos para el día de la reunión.

Allí se personó el día de la reunión -a pelo- sin nadie más. Una reunión en la puerta de un garaje, al atardecer, en un mes con una caló cómo para fundir hasta la arena. En principio, y antes de que te suelte la chapa el politico de turno (que normalmente no solucionan nada y que se limitan a cargar culpas a otros) suelo ser muy educado, agradecerle la asistencia y esperar a que hable. Él se situó en una esquina de la puerta del garaje y no se identificó, tan sólo se limitó a escuchar. Luego cómo uno más habló, y ya se pueden imaginar las lindezas de las reuniones de vecinos. Terminadas éstas, dijo cosas sensatas y que se iban a hacer. Propuso y puso a disposición de los vecinos un lugar para hacer las reuniones y que se le llamara cuando necesitaramos algo. Cuando terminó la reunión se marchó. Antes le comenté con desconfianza: “Bueno, espero que todo no se quede en palabras. No tenemos local social y somos dos explanadas excelentes para ser el cagadero de los perros de Los Barrios”. He de confesar que pensé, éste nos ha hecho un “hasta luego Lucas”.

Siguió con lo que se había comprometido. Y yo dándole el coñazo por whatsapp a horas y días que el que me conoce, y me aprecia (o lo disimula), sólo me soporta. La licencia de obras para la reparación de las rampas de los garajes que no llega. ¿Qué pasa con tal o cúal cosa? Llegó un momento que fui y le escribí en un WP con algo del tipo: ¡Canijo, que a tal cosa hay que darle caña! Y aunque no se lo crean, lo de la educación sin compadreos es algo que siempre he respetado (los chismorreos y el hablar mal de la gente que no tengo en frente lo dejo para el Sálvame). Su contestación fue, con un buen talante, que así lo llamaba su madre y ya bajé el derechazo argumental preparado a la mandíbula. Pero hechos, no palabras.

– Dile a la los vecinos de tu urbanización que…

– No Miguel (Versionando a Groucho), yo no viviría en ningún sitio donde nombraran a un presidente cómo yo.

Con algunas cosillas que todavía hay pendientes -y que no dejo de darle el coñazo- por suerte no me encontré a un político, me encontré a una persona currante y eso siempre desarma.

Ahora me comentan que posiblemente se presentará para alcalde en las próximas elecciones municipales y él sabe que en la vida no publico alabanzas prefabricadas, ni suelo hacer la pelota por menos de un par de millones de euros. Desconozco quienes compondrán su equipo, espero que sea capaz de atraer más gente, gente capaz, con ganas de luchar por este acogedor pueblo y su comarca; a esto de la política, una cosa que algunos han conseguido prostituir tanto algo tan grande que repele nada más escuchar la palabra. Y sobre todo que nadie piense que traerá un pan debajo del brazo, tan sólo traerá el cargamento de problemas que ya tiene y por los que no para de trabajar. Miguel no sé si tiene carisma, cosa que nunca he sabido qué es lo que es. Ahora, trabajos elaborados, proyectos, curro demostrado y cercanía le sobran. Y un cargamento de problemas, cosa que por supuesto, lo lleva en su nómina.

Aquí tienes a un barreño adoptado que te apoyará al 100×100. Y que conste que no he hablado de política, tan sólo he hablado de un político. Aunque un poquito sí he vendido la moto, aunque más que la moto ha sido a un buen piloto.

Nota: Que nadie piense (o mejor, que lo piense el que le salga de su tostada cabeza) que me estoy buscando un sueldecito. Yo ya estoy en el servicio público desde hace años por oposición, dos en diferentes Administraciones, y que casualmente ni es la local ni del partido político donde casualmente militaban otros que sí.

 

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