El 17 de junio de 2018 llegó a Valencia el buque Aquarius al que le esperaba un dispositivo de 2000 personas. Traía 106 inmigrantes y el Gobierno quería dar un golpe de efecto. Ada Colau también se ofreció a recibir inmigrantes. Era la puesta en escena mediática de un Gobierno que poco a poco se fue desinflando porque ese mismo 2018 llegaron a través del Estrecho de Gibraltar 55.307 inmigrantes que desembarcaron en los puertos de Motril, Málaga, Algeciras y Tarifa.
El resultado fue bien distinto al de Valencia y el Aquarios. Aquí no hubo ningún ofrecimiento del Gobierno, aquí fueron los ayuntamientos de nuestra comarca con el apoyo de otros ayuntamientos de la provincia de Cádiz y de Badajoz quienes propiciaron una atención digna con la puesta a disposición de muchos polideportivos y muchos voluntarios. Luego, más tarde se aprovecharía el centro de formación de Crinavis para la creación del Centro de Atención Temporal de Extranjeros(CATE) con capacidad para 600 personas.
En este año 2020, han llegado a Canarias 16.750 inmigrantes (Viene a ser algo más de la cuarta parte de los que llegaron por el Estrecho). Y resulta indignante que más de dos mil personas se encuentren hacinadas en el muelle de una localidad como Arguineguín en la que viven menos personas que esas dos mil. Es indignante que el Ministerio del Interior no tome decisiones al respecto y que obligue a policías y voluntarios de ONGs a tomar decisiones por su cuenta que no dejan de ser un parche en medio de una crisis de enormes dimensiones. No es la primera vez que esto ocurre y no se pueden permitir estas situaciones en un país moderno y solidario.
En el Ministerio del Interior no hace nada. En el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones no están en absoluto preparados para afrontar este tipo de situaciones. La Ministra de Exteriores no está preparada para esto ni para casi nada.
Arguineguín es la prueba evidente de la falta de gestión del Gobierno de Pedro Sánchez. Es todo un desastre y la situación se ha hecho insostenible. Tal vez estemos pagando esos actos mediáticos como el del Aquarios que, al final, significan que el efecto llamada existe.
La coordinación entre Ministerios es fundamental junto con una política clara que afronte el problema de las migraciones para intentar arreglar algo este desastre. Pero también existe la solidaridad de Comunidades y ciudades que se han ofrecido.
El 17 de junio de 2018 llegó a Valencia el buque Aquarius al que le esperaba un dispositivo de 2000 personas. Traía 106 inmigrantes y el Gobierno quería dar un golpe de efecto. Ada Colau también se ofreció a recibir inmigrantes. Era la puesta en escena mediática de un Gobierno que poco a poco se fue desinflando porque ese mismo 2018 llegaron a través del Estrecho de Gibraltar 55.307 inmigrantes que desembarcaron en los puertos de Motril, Málaga, Algeciras y Tarifa.
El resultado fue bien distinto al de Valencia y el Aquarios. Aquí no hubo ningún ofrecimiento del Gobierno, aquí fueron los ayuntamientos de nuestra comarca con el apoyo de otros ayuntamientos de la provincia de Cádiz y de Badajoz quienes propiciaron una atención digna con la puesta a disposición de muchos polideportivos y muchos voluntarios. Luego, más tarde se aprovecharía el centro de formación de Crinavis para la creación del Centro de Atención Temporal de Extranjeros(CATE) con capacidad para 600 personas.
En este año 2020, han llegado a Canarias 16.750 inmigrantes (Viene a ser algo más de la cuarta parte de los que llegaron por el Estrecho). Y resulta indignante que más de dos mil personas se encuentren hacinadas en el muelle de una localidad como Arguineguín en la que viven menos personas que esas dos mil. Es indignante que el Ministerio del Interior no tome decisiones al respecto y que obligue a policías y voluntarios de ONGs a tomar decisiones por su cuenta que no dejan de ser un parche en medio de una crisis de enormes dimensiones. No es la primera vez que esto ocurre y no se pueden permitir estas situaciones en un país moderno y solidario.
En el Ministerio del Interior no hace nada. En el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones no están en absoluto preparados para afrontar este tipo de situaciones. La Ministra de Exteriores no está preparada para esto ni para casi nada.
Arguineguín es la prueba evidente de la falta de gestión del Gobierno de Pedro Sánchez. Es todo un desastre y la situación se ha hecho insostenible. Tal vez estemos pagando esos actos mediáticos como el del Aquarios que, al final, significan que el efecto llamada existe.
La coordinación entre Ministerios es fundamental junto con una política clara que afronte el problema de las migraciones para intentar arreglar algo este desastre. Pero también existe la solidaridad de Comunidades y ciudades que se han ofrecido.
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