Rafael Fenoy Rico | Analista Libre Pensador
Va circulando por las redes sociales información adicional, a la que llega de los medios de comunicación, relacionada con lo que las personas que se manifiestan en Francia piden al gobierno. Entre la “crisis”, la reforma laboral en Francia y la profunda transformación de todo el sistema productivo y comercial, en el país vecino amplísimas capas de población ven como la pobreza pega en sus puertas.
El anuncio de la subida en los precios del combustible y de impuestos, ha desatado una fuerza contenida que se expresa con un inquietante: ¡O justicia social o caos!, por parte de agrupamientos de personas que comparten la indignación por un gobierno que lejos de ayudar a vivir dignamente los sumerge en la indigencia. Estas personas han abandonado la idea de que sus problemas se resuelvan en el parlamento y toman las calles para impeler directamente al gobierno. Si el ejemplo cunde podemos tener un “mayo europeo” muy intenso a lo largo de 2019.
Como el que espera desespera, estos cientos de miles de personas ha dejado de esperar que los “papás” parlamentarios consigan hacer justicia social y puestas así las cosas los “Gilets Jaunes” (Chalecos amarillos), han tomado la iniciativa y, en las calles, enfrentamiento tras enfrentamiento con la policía, reclaman al gobierno de Macron lo siguiente: Bajada del impuesto de los carburantes. Subida del salario mínimo. Derecho a viviendas dignas para las personas en situación precaria. Favorecer al pequeño comercio en pueblos y ciudades y frenar la construcción de grandes zonas comerciales mata a pequeñas empresas y más estacionamientos gratuitos en los centros de las ciudades. Que las grandes fortunas y multinacionales paguen los impuestos correspondientes a su riqueza. Un mismo sistema de Seguridad Social para todos, incluidos autónomos y artesanos. El precio del gas y la electricidad han aumentado desde su privatización, queremos que vuelvan a ser públicos y que los precios bajen significativamente. El sistema de pensiones debe permanecer solidario y, por tanto, socializado. No a pensiones por debajo de 1200 euros. Proteger la industria francesa prohibiendo su deslocalización para proteger a los empleados. Que las causas de migración forzosa sean tratadas con rapidez. Que se creen puestos de trabajo para los desempleados. Aumento de las prestaciones para personas discapacitadas.
Solo falta preguntar ¿Dónde hay que firmar?
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