Con la soga al cuello en la península e islas españolas de los chorizos

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José Salguero Duarte | Periodista y escritor

España, bajo el sometimiento del sistema político imperante, creo que no tiene los antídotos necesarios para combatir las graves enfermedades políticas tóxicas y dañinas que padece. Por ello, hay quienes piensan, entre los que me encuentro, que es necesario y con carácter de urgencia el inicio de una nueva transición política, para regenerar con sabias vírgenes este presunto sistema corrupto.

Para ello, hay que hacer una limpieza o criba desde la más alta Institución del Estado a la menos importante, para desalojar totalmente de sus poltronas a los malignos y cancerígenos tentáculos políticos reales y anejos incrustados, en los pilares fundamentales de este Estado de estados o Nación de naciones.

Pienso así, sobre este sistema político ‘democrático’ español, no desde hace dos telediarios ni desde la última sesión del Estado de la Nación celebrado en el Congreso de los Diputados el pasado miércoles 20 de febrero. Sino desde hace años cuando me percaté, que delante o detrás del telón político no todo es presuntamente transparencia, honradez, libertad e igualdad en mucho de lo que pulula, hierve y bulle en esta España hipócrita, mentirosa y farsa.

Por ello, creo que este régimen es tan presuntamente parasitario y libertino de entre cuantos puedan existir en el Universo, al haber demostrado sobradamente determinados de nuestros gestores públicos, que cierto de sus procederes atentan gravemente contra la salud, la dignidad y la esencia de los pueblos.

Y al haber visto y observado actuar a ciertos presuntos golfos de la política… en sus teatreras funciones con o sin taquígrafos. Alteraron mis sensibilidades de tal forma, que provocaron que sintiera hacia ellos toneladas de tirria, repugnancia, aversión, grima y hastío.

Su excelencia don Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español y del Partido Popular, en el referido Debate del Estado de la Nación dijo: “No es verdad que en España haya un estado generalizado de corrupción. Eso es una insidia”.

Generalizar, don Mariano, sobre el asunto de las muchas presuntas corruptelas existentes en España, no lo haré nunca, porque sería aparte de injusto, entregar la cuchara para que me zampen sus tentáculos justicieros. No obstante, pienso, que es una presunta cantada o paparruchada política más por su parte, proponer como lo hizo en ese debate “un acuerdo a los grupos para detener el deterioro de la imagen de la política por la corrupción”.

Porque lo que debería haber hecho desde hace años, es haber limpiado la presunta corruptela que existe en las catacumbas de su partido conservador y cristiano. Como pueden ser los casos del presunto ratero, su extesorero Luis Barcénas, al que ha estado pagándole su partido unas millonarias mensualidades hasta hace unos meses. De igual forma, que han hecho presuntamente también con Sepúlveda, exesposo de la actual ministra de Sanidad Ana Mato. Individuos que están inmersos en procesos penales, porque ejerciendo la función pública, presuntamente han trincado ‘manteca’ y algo más procedente de probables tramas corruptas.

Por ello, lo que debe imperar en España es la Ley. Y lo que debe hacerse en todo momento, es dejar actuar a los jueces y fiscales… con absoluta libertad. Y no tantas presuntas obstaculizaciones y trabas políticas impidiendo por activa o por pasiva el libre ejercicio de las funciones del Estado de Derecho.

Consecuentemente, mientras usted don Mariano se vanagloriaba en el Congreso por lo mucho que dijo que ha hecho en el año que lleva mal gobernándonos. Los profesionales de la Justicia española se manifestaban por todo el territorio nacional, contra las injerencias de la política en la Justicia, contra las recientes reformas llevadas a cabo por su ministro Gallardón, contra la nueva Ley de Tasas judiciales, contra los desahucios, indultos…

Y es por lo que, señor presidente, más mentiras no caben. Y si según usted “España ya tiene la cabeza fuera del agua”. Será la España de la casta a la que usted y los suyos pertenecen. Porque lo que es la España de los más de 6.000.000 de desempleados sigue por día estando más ahogada que nunca, hasta el punto que la hambruna, la miseria y la desesperanza en gran parte de la población es de tal gravedad, que la agonía y los suicidios en las personas de bien es un goteo muy frecuente.

Sin embargo, usted y los de su gobierno…, al permanecer en una nebulosa protegidos por sus legiones de asesores, aparatos y palmeros de toda clase de profesión, oficio y condición, no les afectan las penurias y miserias que sufre el pueblo. Con el agravante, de creerse usted y su partido que lo están haciendo bien por España en general. Cuando presuntamente han actuado más a favor de su particular España del capitalismo que mece sus cunas.

Rincón poético

Calvario

Por qué se hizo de noche

sin despedirse la luz

cuando estaba en un

calvario, soñando sin sueño alguno.

Por qué esta querencia absurda,

este quererte en mis brazos

y abrigarte con mi cuerpo,

escuchar los latidos de tus ojos,

el delgado lagrimeo de tus sienes,

el volar de tus manos,

el olor de tu infancia,

el sentir de tu vientre,

y el sonido de tus huesos.

Por qué se fue la mañana

sin despedirse de mí,

sin ser gloria de mis sueños,

sin ser deseo mi olvido;

dejándome en tinieblas

entre caminos con baches

socavones y tristezas,

frente a oscuridades áridas

que inauguran grietas en mis párpados

y agujetas en el cielo de mi infierno.

Por qué sigo soñando

despierto contra tu sombra,

bajo esa flor que me alimenta

con caricias y desprecios.

Y por qué te ofreces ya muda

en vez de brindar campanas,

maremotos y pájaros.

¡Por qué!

Nota

Del libro de poemas titulado:

Cuando respira el mar,

de José Salguero Duarte.

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