Se trata de un conjunto de cuadros acrílico en tabla, en el que se hace un recorrido de todo el ritual previo a la celebración del propio festejo.
La artista reconoce haber encontrado en la persona y toreo de David Galván la fuerza y misterio que deseaba plasmar en sus obras. Por su parte, Galván se muestra agradecido de que a través de la fusión de distintos artes, el toreo siga traspasando fronteras.