Diego Jiménez Relinque | http://infometeolosbarrios.blogspot.com.es
Se denomina canícula o período canicular al tiempo en el que se alcanzan las temperaturas más altas del año. En cada región se circunscribe estadísticamente en un periodo distinto, aunque de forma general suele tener lugar pocas semanas después del inicio del verano. En nuestro país, la canícula transcurre aproximadamente entre el 15 de julio y el 15 de agosto.
La razón de que la etapa más calurosa del año esté algo alejada del inicio del verano astronómico (21 de junio) se debe a la combinación de diversos factores: la propia inclinación y rotación del planeta tierra, la radiación solar y el efecto de los mares.
El planeta, como sabemos, además de girar sobre sí mismo, también se inclina ligeramente. Con el solsticio de verano, los rayos del sol nos llegan más rectos, más directamente, pero el mar continúa teniendo una temperatura templada todavía; además, la tierra apenas ha empezado a absorber el calor. Por este motivo, durante unas pocas semanas se puede estar bastante bien en el exterior, ya que el mar suaviza el ambiente. Pero esto no dura mucho. Más o menos para el 15 de julio, el agua del océano se habrá calentado lo suficiente para dar comienzo a 30 días más o menos, de intenso calor. A esto le sumamos el efecto del re-calentamiento de la tierra a consecuencia de la persistencia de la fuerte radiación solar.
La etimología de la palabra canícula nos hace referencia al término can o canis (perro en latín) y en concreto a la constelación Can Mayor. Y es que su estrella Sirio (apodada “La abrasadora”) es uno de los astros más brillantes durante esta época de más calor en el Hemisferio Norte.
Incluso la acepción ‘días de perros’ para hacer referencia a días muy calurosos, se refiere según diversos autores, a la relación de este término con su etimología. (can-canis, perro).
