Sólo les faltaba recurrir al levantamiento de las masas, incitar a la gente a la rebelión, aprovechando la coyuntura, y de veras que lo han intentado, no sin esfuerzo, por cierto, y muy seriamente. Lo nunca visto hasta ahora durante los 30 años de democracia municipal en esta población ocurría el pasado mes de abril. Sin campaña electoral de por medio para unos comicios locales ?los próximos se celebrarán en 2011? un vehículo con equipo de megafonía fletado por el PA ha recorrido las calles de Los Barrios durante varias tardes propagando a los cuatro vientos ataques verbales contra el Ayuntamiento y su equipo de gobierno al tiempo que esta formación blandía, con ayuda de los medios de comunicación, la amenaza de una moción de censura que se les ha ido al garete. A algunos en las filas andalucistas les ha entrado las prisas por alcanzar el poder y a otros todavía no se les ha pasado la ansiedad que pillaron tras perder en las últimas elecciones. Más que ejercer la oposición se diría que lo que Romero y su grupo vienen haciendo desde la legislatura pasada y sobre todo desde el comienzo de ésta, envalentonados por los resultados obtenidos en 2007, es enseñar los dientes un día sí y otro también y buscar el combate cuerpo a cuerpo con el PSOE creyendo que ya lo tienen ganado. No paran de tensar la cuerda cada vez que pueden y con la excusa de la discrepancia en la gestión. Empezaron con ello el día del pleno de constitución de la nueva Corporación, arengando a los suyos a las puertas de la Casa Consistorial a la conclusión de éste, y continúan en sus treces. Van de mesías y salvapatrias y hasta presumen de trayectoria política inmaculada, como si tuvieran tras de sí trayectoria propia alguna de la que presumir y muchos menos prestada. Se atribuyen sin reparo ninguno la representación en exclusiva de la voluntad popular y han iniciado el asalto al poder. De momento, el primer tiro les ha salido por la culata. El siguiente está por ver, si para entonces aún les quedan balas.
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