El documento es un escrito del párroco de Palmones al juez municipal de Los Barrios. En el documento, de octubre de 1937, comunica que él hace poco tiempo que está a cargo de esta parroquia y que el párroco que estaba en los momentos del incidente es Francisco Rodríguez Montero, que se encuentra en Puerto Real.
El seis de marzo de 1936 amanecieron abiertas las puertas de la iglesia de Palmones. Varios vecinos, por acuerdo del sindicato de la CNT de la aldea de Palmones, penetraron en la Iglesia de la Inmaculada Concepción de dicha aldea, recogieron las imágenes del altar, los ornamentos y los objetos de culto metiéndolos en una habitación destinada a sacristía con el objeto de instalar en ella las escuelas nacionales de Palmones.
Según los vecinos, los lugares donde estaban las escuelas estaban en estado ruinoso, es por este motivo por el que llevarán a cabo la ocupación de un inmueble existente junto a la ermita y la casa que habitaba el sacerdote. Los vecinos consideraron propiedad de ellos el edificio en cuestión. Una comisión nombrada al efecto, gestionó con el Gobernador Civil de la provincia y con el secretario de instrucción pública el continuar dando clases en dicho inmueble. Con fecha 24 de junio, el gobierno civil comunicó a la alcaldía de Los Barrios que fuera desalojada la ermita de la aldea de Palmones, restituyendo la Escuela Nacional a su primitivo local.
Ya en diciembre de 1936, con las nuevas autoridades franquistas, en la iglesia de Palmones quedaba restaurado el culto. Aunque comienzan las instrucciones judiciales en el periodo republicano en marzo de 1936, es a finales de enero de 1937 cuando las nuevas autoridades franquistas deciden reabrir el caso y le piden a la guardia civil de la villa que se practiquen las gestiones necesarias para comprobar quienes fueron los autores de la usurpación de la Capilla de la aldea de Palmones en marzo de 1936.
Serán juzgados en Algeciras 28 personas de la aldea, que cumplirían condenas variadas; veinte años de reclusión, 16 años de reclusión o 12 años y un día de reclusión, por delito consumado de auxilio a la rebelión.
