Están por ahí y llegaron de allá

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Darío Iglesias Muñoz

Aquel que me conoce sabe que allá por donde paso voy presumiendo de ser de Los Barrios. Casi todos mis amigos de fuera se saben su pasodoble, han probado los magníficos chicharrones y los exquisitos pasteles de La Plata. No lo puedo remediar, soy barreño y estoy orgulloso de serlo y en estos días mucho más. Cuando veo a la gente de mi pueblo encarnando aquellos versos del poeta barreño Isidro Gómez que dicen de Los Barrios que es “sencillo y hospitalario” me siento, cuanto menos, orgulloso y feliz.

He sido testigo de los valores humanos que se mueven entre sus gentes. La Solidaridad ha sido el ingrediente principal de estos días donde el levante y el calor azotaban fuertemente. Pero eso no ha impedido que un número grande de personas se unieran por una causa justa y necesaria; dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo y hospedar al forastero. Para unos, Obras de Misericordia, para otros, Derechos Humanos. Da igual, el fin es el mismo. Lo importante es que hemos sabido estar a la altura de tan triste y dura realidad. También hemos recibido más de lo que hayamos podido dar, de eso, estoy convencido.

Las playas de nuestras costas están siendo testigos de la llegada masiva de inmigrantes. Miles de personas cruzan las aguas del Estrecho en busca de una vida digna y una felicidad deseada. Me pregunto cómo serán sus vidas para que se aventuren en un angustioso viaje que no saben si tendrá un destino feliz, pues muchos de ellos ven ahogados sus sueños a mitad de camino. Se juegan la vida por llegar a nuestras costas buscando a la desesperada un futuro mejor. Pero una vez aquí, ¿qué les podemos ofrecer? Cuando llegan son recibidos por la Solidaridad y la Bondad de muchos y por la crítica inhumana de otros. También son agasajados con unos bocadillos, algo de fruta, agua y algo de ropa limpia. Sus necesidades primarias son paliadas pero el futuro de sus vidas no deja de ser una incógnita, una incertidumbre, un problema. Soy consciente de ello. No es un tema baladí. Tampoco sé si estamos ante un “efecto llamada” y si España está capacitada para hacer frente a esta realidad. Lo que está claro es que los poderes públicos, nuestros responsables políticos, la Unión Europea y, especialmente, España, no pueden hacer oídos sordos a esta realidad. Quizás el Sr. Pedro Sánchez, después de sus merecidas vacaciones, esté ya programando en su agenda una visita a nuestras costas para darles la bienvenida, para agradecer en persona la labor de la Guardia Civil o de los voluntarios, o tal vez pida disculpas por las molestias ocasionadas y por no haber estado a la altura. Puede que todo siga igual o que seriamente se estudie esta realidad.

“Están por ahí y llegaron de allá”, cantaba el Maestro Silvio Rodríguez en “Extranjeros”. Ojalá que a esos que llegaron de allá les vaya bien, a los de acá, también, y a los que todavía no llegaron decirles que no se dejen engañar, que esto no es el Paraíso y que los mensajes populistas carecen de soluciones reales.

Amigos y amigas, sigan disfrutando de este caluroso verano en compañía de la familia y de los amigos. Un abrazo a todos. Ánimo y adelante.

 

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