Yo recuerdo cuando nos podíamos informar por las diversas cadenas de televisión a través de excelentes informativos y tertulias y debates como aquel de La Clave, de José Luis Balbín o los que dirigía Jesús Hermida.
Hoy, el único debate que se nos ofrece es el de La sexta los sábados por la noche y que resulta ser una auténtica pelea de perros en el que todos se muerden entre ellos y a todos. Y, además, se les ve el plumero a todos. ¿Sería mucho pedir que tuviésemos en alguna cadena, algún debate de calidad sin sectarismo alguno entre los tertulianos aunque estos fueran colocados por los partidos políticos porque eso parece que tiene que ser así?.
Hay debate que dependiendo de a quien tengan como invitado así actúan. En algunos se les nota preguntando hasta en el tono de voz dependiendo de quien sea el invitado. A algunos solo les falta entregar al invitado una plaquita dando las gracias por haber ido y a otros, el tono de voz es de comérselos con patatas y casi rezumando odio en las preguntas del tertuliano de turno.
Lo peor de todo es que esto va mal y tratan en algunos sitios de minimizar al máximo lo que está ocurriendo cuando, en realidad, deberíamos buscar ese “ir todos juntos” porque no se trata, en ningún caso, de una guerra de ideologías sino de una guerra contra un enemigo fantasma que se llama coronavirus y que se ha cobrado ya más de 50.000 vidas a pesar de oficialmente se nos siga diciendo que estamos en los 30.000.
Es una batalla contra un virus y también una crisis económica como nunca hemos tenido.
Por tanto, no acabo de entender todo lo que está ocurriendo a nivel político porque el mensaje que se está transmitiendo es de total confusión a los ciudadanos, porque se está ideoligizando hasta la actitud de la sociedad ante la pandemia cuando lo que se tiene que dar es un mensaje claro a los ciudadanos que, por otro lado, están cumpliendo las normas, aunque no todos y esto también provoca que vayamos cada vez peor. Entramos en otoño, bajarán las temperaturas, y vamos a ir a peor.
Seamos sensatos todos, políticos, medios y ciudadanos. Nos estamos jugando el futuro de nuestros hijos y nietos. Esto no es una cuestión de ideologías sino sanitaria y para eso, están los profesionales. Los políticos tienen que estar también para seguir las normas de los profesionales al igual que tenemos que hacer los ciudadanos.
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