Firmes, muy firmes,
ahí está esa columna de eucaliptos
cubriendo la carrera
del vehículo militar que, hasta los polvorines iba
o venía por aquella Vieja Carretera
o Carretera Vieja de Los Barrios, siempre cubiertos y en perfecta formación,
como si, en cualquier momento, un supuesto militar
de la más alta graduación,
les pudiera pasar severa y estricta revista.
Desde el Puente Grande
hasta el arroyo de Matavacas
son cortina de camuflaje, ecológico telón,
para cortar la mirada del anteojos
del centinela y vigía que, desde el Peñón,
al posible convoy pueda detectar.
En más de una ocasión
les dieron la licencia total
llegándoles a por el pie talar
pero prestos, otros voluntarios más jóvenes
tomaban el relevo
haciendo firme guardia en el mismo puesto
donde estuvieron los viejos veteranos.
Lo que en tiempos de postguerra nació,
y, respetando aquella militar decisión,
siguen vivo y firmes al tiempo,
sin inmutarse, por lo que, al pasar algunos le gritan
“ Árboles soldados, se acabó vuestra mili”!!
ya estáis licenciados!!
No son de reemplazo alguno, son totalmente voluntarios
que quieren y desean hacer guardia en esa Carretera Vieja de Los Barrios.
Es bueno que muchos jóvenes barreños sepan
que, si aquella forzosa mili ya quedó en el recuerdo,
en Los Barrios hay unos singulares árboles militares
que siguen formados y, aunque las levanteras
les quieran quitar su quepis o ros
no lo conseguirán porque, ellos enhiestos y firmes siempre están,
los que son los descendientes de aquellos eucaliptos
que, en su día, en ese tramo del vial
fueron plantados para impedir la visión del paso del militar convoy
que hasta los polvorines iba o venía.
(En recuerdo al entrañable Juan Salazar que un día, hace más de medio siglo,
a mí me contó el origen de esos barreños eucaliptos,
los que, siendo soldados rasos,
tienen la más alta graduación , ser centinelas noche y día
de esta zona del pueblo donde felices están de hacer servicio tal.)
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