Cristina Tamarit Duarte | Licenciada en Psicología
Valoración personal de nosotros mismos. Percepción que tenemos las personas de cómo somos, cómo nos relacionamos con las otras y cómo éstas nos ven, nuestras características personales, físicas, sentimientos, virtudes y defectos.
Según, Abraham Maslow (psicólogo estadounidense de la corriente humanista) en su jerarquía de las necesidades humanas, “la necesidad de aprecio” se divide en dos aspectos: 1) el aprecio que se tiene uno mismo y 2) el respeto, aceptación que recibimos de los demás. Este autor consideró la necesidad de aprecio más sana “el respeto que le merecemos a otros más que el éxito de uno mismo”.
Todos tenemos una previa imagen ya desde la infancia de cómo somos, el aspecto que tenemos, en qué cosas destacamos y en cuáles no, cómo nos perciben las demás personas, como nos sentimos y comportamos, todo esto contribuye a la autoestima.
Desde la Psicología, creemos que en el término medio está la virtud y que hay que tener una buena autoestima, porque es esencial para el ser humano para desarrollar confianza y respeto y porque estas personas se pueden enfrentar a la vida con mayor confianza y optimismo, alcanzar sus objetivos y lo más importante, ser felices.
Por ello, ¿Cómo podemos tener una buena autoestima?
-Creyendo que somos interesantes en la vida de las otras personas
-Disfrutando de todas las actividades que hacemos en el día a día
-Siendo sensible con los sentimientos de los demás
-Sentirnos seguros y confiados en nuestra capacidad de resolver problemas
-Viviendo el presente (el ahora)
-Creyendo en ciertos valores y principios
-Reconociendo que podemos experimentar tanto sentimientos positivos y negativos
-Sintiéndonos iguales que los otros (tanto a nivel económico, profesional,…)
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