Hay miles de personas en España que han decidido pasarse la Covid por el forro, es decir, que esta pandemia no va con ellos, que ni les puede afectar ni ellos van a contagiar a nadie (ni a sus padres o abuelos). Por lo visto vienen ya con inmunidad de fábrica.
Pero el Coronavirus puede afectar a cualquiera y montar un gran drama sanitario en su casa o en sus amigos, o en un transporte público si se contagia y sufre la enfermedad. Y lo peor es que estos que se creen inmunes, se pueden morir o pasarse una temporada larga en una UCI, tan larga como para que tengan que volver a aprender a caminar.
No debemos confundir lo que significa el poder ejercer nuestras libertades de pleno con hacer lo que nos dé la gana. No me gustan los confinamientos y creo que la responsabilidad personal ejercida en libertad es la mejor de las estrategias posibles. Pero lo que no puede ser es que un auténtico capullo escupa sobre un grupo de personas tan capullos como él mismo y que, encima, no pase nada, pero tampoco puede ser que una Presidenta de una Comunidad aparezca vendiendo bocadillos a sanitarios agolpados entre ellos. O que otro grupo de capullos hagan una quedada para contagiarse de coronavirus.
Lo que hay que hacer es informar con crudeza de lo que realmente está ocurriendo y si eso pasa por enseñar muchos féretros en una pista de hielo, pues habrá que hacerlo.
La gente tiene que ser libre, pero se le debe decir la verdad de lo que está pasando para que puedan tomar decisiones que se ajusten a la realidad de lo que nos está ocurriendo.
Todos esos que han decidido que ponerse el Coronavirus por montera es lo más acertado, confunden libertad con estupidez porque pueden morir y hacer morir a otros. Y esto hay que decírselo con claridad: la libertad no tiene nada que ver con hacer cada uno lo que le da la gana. De hecho, hacer esto, suele terminar en delitos de todo tipo.
Todo va a depender de nuestra propia responsabilidad.
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