Bueno ya se ha producido la primera salida de niños ayer día 26 de abril, y a partir de ahora serán todos los días, una hora, un kilómetro, un adulto acompañando, una vez al día y dos metros de separación del resto de la gente (la llamada distancia social). Seis millones de niños han salido a la calle. La mayoría de los padres han cumplido con esta medida que son claras, pero ha habido una parte, y en toda España, que no ha cumplido en absoluto. Las propias redes sociales se han llenado de fotos de los incumplimientos, pero también las cadenas de televisión nos han enseñado como la gente rompe con las medidas y la falta de responsabilidad ha sido lamentable.
Esto será a diario y este martes el Consejo de Ministro decidirá la salida de adultos a partir del día 2 de mayo. También podrán salir los mayores.
No quiero ni pensar qué es lo que puede ocurrir.
El Gobierno entró mal y tarde. Después la gestión de la crisis sanitaria ha sido y sigue siendo horrorosa lo que nos hace tener en nuestras almas a 23.521 muertos (que no se nos olvide. Hoy 27 de abril, son 331). El ciudadano ha cumplido y cumple en general el confinamiento demostrando la responsabilidad y madurez de nuestra sociedad civil, pero, ahora, desde ayer, se ha visto la irresponsabilidad de muchos, porque si las cadenas de televisión lo están reflejando es que son más que una pequeña minoría que puede ser una hecatombe a partir del día 2 de mayo.
Ocurren dos cosas. Nosotros somos tan responsables como el propio Gobierno. Nuestra responsabilidad es permanecer confinados y salir cuando se nos diga y con las condiciones que se pongan. De no hacerlo habrá no solo sanciones, sino que puede haber un repunte de contagios y una vuelta atrás en las medidas de un desconfinamiento progresivo.
La irresponsabilidad puede llevar a que sigan los muertos diarios (les recuerdo que deberíamos estar de luto) en cantidades que, aunque parezcan menores, hablamos de 331 muertos de ayer a hoy. Yo soy muy mal pensado y también pienso que le estamos dando la oportunidad al Gobierno de quitarse su propia responsabilidad en la penosa gestión de la crisis sanitaria echándosela a los ciudadanos. No se la demos, cumplamos con nuestras obligaciones. La sociedad civil va siempre por delante de la política. Pero vamos a demostrárselo de verdad, vamos a cumplir nosotros y así podremos exigir. Y, además, se lo debemos a los 23.521 fallecidos porque que no se nos olvide nunca: estamos de luto. Y se lo debemos también a todos los que se han jugado y se juegan su propia vida por nosotros, desde los sanitarios, hasta los supermercados, transportistas, guardias de seguridad, puertos, taxis, etc., etc.
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