Volvió así a aldea marinera una actividad que siempre es bien acogida por los vecinos de la población palmoneña y por sus numerosos visitantes en estas fechas veraniegas. Gracias a su presencia las personas que así lo quisieron pudieron disfrutar de un buen rato de asueto y tuvieron a su disposición una amplia y variada gama de artículos de elaboración tradicional y productos de repostería.
Este mercado artesanal se llevó a cabo con un estricto cumplimiento de las normas y recomendaciones sanitarias, que son las mismas que las establecidas para el mercadillo de venta ambulante que se ubica cada sábado en el recinto ferial de la villa.
“Agradecemos la comprensión y la responsabilidad en el cumplimiento de dichas normas por parte de los ciudadanos”, señala al respecto Pérez Cumbre.