Sonia Priego “La Húngara”, entrevistada por el poeta José Salguero Duarte

Sonia Priego ‘La Húngara’, en esta entrevista le brotó nuestro pueblo andaluz por los poros de su piel y por las regaeras de su garganta, no sólo en la conversación que mantuvimos, sino cuando se arrancaba flojito con unos cantes tan personales suyos, con ese pellizquito que tiene aflamencao de romero del bueno.

>

José Salguero Duarte http://josesalguerod.blogspot.com/

Pregunta –-¿Dónde nació?

Respuesta-Nací y me crié en Écija (Sevilla). Y ese es mi pueblo donde sigo viviendo. Mi infancia fue muy feliz y la pasé en un barrio de trabajadores. Procedo de una familia humilde, y soy la más pequeña de tres hermanos. Nunca nos faltó de nada y estuve en el colegio de mi barrio; sólo me saqué el Graduado Escolar porque no quería estudiar más, porque desde muy chiquitita lo que quería ser es artista.

P –-¿Cantaba y bailaba desde que se encontraba en el vientre de su madre?

R–Prácticamente podría decir que si porque recuerdo que cuando tenía cuatro años estaba apuntaba en una academia de baile. Y desde siempre me ha gustado el mundo del arte.

P–-¿El ramalazo artístico le viene de familia o le cayó la bolita del arte encima nada más nacer?

R-Hay gente que piensa que si naces en una familia de artistas tienes que serlo. Pero en mi casa nadie cantaba ni bailaba. Pero desde que tengo uso de razón me gustó coger la machacaera del mortero o un micrófono y ponerme a cantar. Pero te diré que tengo una tía hermana de mi padre que hoy vive en Madrid, que siempre cantó muy bien. Pero antiguamente cuando alguien decía que quería ser artista te echaban para atrás y te decían “¡Anda ya!, que ahí hay muchos hombres y mucho chuleo”.

P–-Ese es el problema del machismo y de las circunstancias de este mundo tan complicado.

R-Mi abuelo no quiso que se dedicara al mundo artístico a pesar de que le salieron muy buenas ofertas, pero no la dejaron nunca. Pero yo pienso que los tiempos gracias a Dios han cambiado y creo que una mujer con vergüenza puede ir a todos los laos.

P –-Sonia ¡Qué bonito es eso que acaba de decir!, se me ponen los vellos erizados. ¿Cuándo fue la primera vez que se echó palante en un escenario?

R–Siendo una niña en la academia de baile, íbamos a muchos sitios, pero no cantando sino bailando, después el baile me llevó al cante.

P–-¿Es cierto que la descubrieron artísticamente en un karaoke de Sevilla?

R-Era en una despedida de soltera de una prima que se casaba. Y como siempre he dicho que la suerte no es para quien la busca sino para quien la encuentra. Me negaba a ir a Sevilla en un autobús a esa despedida. Pero mi hermana me convenció y cuando estábamos en el karaoke me dijeron que me subiera a cantar. Lo hice y canté el tema titulado ‘Ese Hombre’ de Rocío Jurado. Y allí estaba ‘El Cali’ que era el que llevaba el Karaoke y cuando terminé me dijo: “Me ha encantado lo que has hecho, ¿Te importaría darme tu teléfono porque tengo un amigo Francisco Carmona que es productor?”. Aquello a las tres de la mañana me sonaba como que no. Pero al otro día me llamó Francisco Carmona, pero antes de ir a su oficina me había informado quién era. Y el 50% de los cassettes que yo tenía de música los había producido él.

P–-Si no quiso estudiar, ¿qué hizo en esa época de juventud?

R-Mi madre me dijo que si no quería estudiar tendría que trabajar. Mi hermano me dejó un vespino y me iba por las casas a dar clases de baile. En una casa tenía diez niñas y en otras más. Luego ya me quedé embarazada y monté mi academia de baile.

P –-¿Su padre está orgulloso de que sea artista?

R–A mi madre cuando se lo dije estaba encantá. Te puedo decir que hoy en día mi padre está súper orgulloso y se le llena la boca en todos los laos que va diciendo -mi hija es ‘La Húngara’-. Te diré que cuando bailaba en la academia, en mi casa cuando me ponía a recoger la mesa, en la tarima del brasero me ponía a zapatear y me hacía el compás bailando y cantando. Y mi padre me decía: “Esta niña siempre cantando y bailando ponte a estudiar que es lo que tienes que hacer”.

P–-¿Se quemó alguna vez con el picón de la candela? (Ríe).

R-Ya no había picón era todo eléctrico. Y cuando le dije a mi padre que había un hombre que me quería grabar un disco, no se lo creía porque lo veía imposible. Pero te tengo que decir que mi padre es mi fans número uno.

P–-¿Qué ocurrió cuando se presentó en la oficina del productor?

R-No me planté sola sino que fui al estilo de pueblo más que las castañas e iba conmigo unas íntimas amigas y mi padre. Y cuando estaba allí me dijo el productor que le cantara un poquito por tangos. Lo primero que me dijo fue: “No tienes una voz como Montserrat Caballé pero haces algo que es diferente y eso gusta”. En ese momento dije: Tú me vas a grabar un disco y me vas a dar una oportunidad. Al contestarme que sí que me iba a hacer unas maquetas para mandarlas a las casas discográficas, pensé que esa oportunidad no la podía desaprovechar.

P–-¿De qué fuentes artísticas ha bebido?

R–Me ha gustado escuchar música de todos los estilos y clases pero escucho mucho a Camarón, Aurora Vargas, Fernanda y Bernarda de Utrera…

P–-¿Por qué reside en Écija?, cuando casi todos los artistas se van a Madrid.

R-Porque quiero que mis niñas se críen como yo me crié en un pueblo, ya que soy más andaluza que un gazpacho. Y quiero que puedan salir a casa de su tita que vive a la vera mía. Y que no tengamos que estar con ese miedo que hay en las ciudades, donde los niños no salen a la calle. A mi me encanta entrar en el barrio de mi madre y me encanta ponerme a charlar con la vecina que me conoce de toda la vida.

P –-¿Por qué su nombre artístico ‘La Húngara’?

R–Ese mote me lo pusieron mis primas que vivían muy cerca mía. Porque en pleno verano a la hora de la siesta cuando iba a su casa, mi madre me decía que me pusiera unas alpargatas. Y como iba quemándome de la caló que hacía iba de puntillas retorciéndome. Y mis primas al verme llegar decían: “Ea ya está ahí la húngara”. Y también como en mi casa nadie bailaba ni cantaba, pero yo si como te he dicho antes. Una vecina que tenía mellizos, me decía “chuiquilla no cantes ni bailes más que me despiertas a los niños”. Y cuando le preguntaba a mi madre de dónde me había sacado, le contestaba: “Esta no es mía sino que la dejaron unos húngaros debajo del puente y mi marido y yo fuimos y la recogimos”.

P–-¿Qué recuerda cuando grabó su primer disco?

R-Cuando grabé mi primer disco estaba embarazada de mi niña chica la que tiene ahora para diez años. Y yo me tiré año y pico preparándolo. A mi primer disco le tengo mucho cariño porque llevaba yo a mi niña en la barriga. Y creo que ella me dio una chispa especial.

P–-Es significativo lo que me acaba de decir, porque cuando publico un libro y me lo entregan de la imprenta recién horneado, lo acaricio entre mis manos y pecho como si de un bebé se tratara. Y pienso: -cuando lo presente se vestirá de largo y partirá de mí-.

R-¡Vaya!, ahora me has emocionado tú a mí diciéndome eso. Porque los discos que he grabado son para mí como mis hijos. Y cuando me preguntan ¿cuál te gusta más?, contesto que todos porque han sido paridos por mí, aunque cada uno tiene sus cositas diferentes. Hasta la fecha son ya trece los discos que tengo.

P–-Desde el primero que grabó hasta el último, ¿cómo ha sido su evolución artística?

R–Cuando saqué el primer disco fue a ver lo que pasaba pero gustó a la gente. Primero porque mi nombre artístico no coincide con mi imagen, porque te imaginas que va a aparecer una morena alta. Y sin embargo yo soy rubia. Por lo tanto el primer impacto fue el nombre artístico ‘La Húngara’. También la gente pensaba que yo tenía que cantar flamenquito. Y como gustó esa primera vez continúo en esa línea.

P–-Es fundamental ser diferente, porque las imitaciones no tienen valor

R-Hay gente que se ciega y se quieren parecer a determinados artistas. A mi me encantaba Lola Flores y me puede dar el amanecer viendo vídeos de ellas. Y aunque no cantara ni bailaba me dejaba con la boca abierta por la fuerza que tenía tan personal no sólo en los escenarios sino haciendo una entrevista. Pero intento ser yo y no parecerme a nadie.

P–-Sonia, ¿el primer dinerillo que ganó qué hizo con él?

R-Ni me lo creía porque cantaba en fiestas privadas y en ferias con mi grupito y mis niñas de toda la vida. Pero la primera vez que me subí a un escenario como ‘La Húngara’ teniendo ya mi primer disco y me pagaron mi primer sueldo. Llegué a mi casa con el sobre con lo que cuesta conseguirlo y dije: -Omaita ya he ganao dinero siendo artista-. Pienso que en to los laos te ponen trabas. Pero en el mundo del arte muchos quieren llegar a toda costa aunque tengan que pisotear a los demás. Eso está muy feo y mal porque soy de las que digo que el sol sale cada día para todo el mundo.

P–-Ejerzo el periodismo independiente, y conozco muy bien el mundo de los escritores, pintores etc. Y un plato de lentejas con dignidad sabe a gloria bendita, porque se ha de ser persona antes que poeta, escritor, cantante…

R–¡Hombre!, claro porque después el que se crea que es alguien no sólo en el mundo artístico sino en cualquier profesión no es nadie. Y por supuesto eso que has dicho que se ha de ser persona antes que artista me encanta porque pienso igual que tú.

P–-¿Contenta y feliz?

R-Hombre claro, porque sigo con las mismas ganas que el primer día de subirme a los escenarios. Me gusta tanto lo que hago porque mis sueños se han convertido en realidad. Y cuando vivo eso me siento plena y realizada. Y le pido a la Virgen que me deje como estoy. Lo que más me gusta es cantar en directo porque soy una artista muy expresiva.

P–-¿Cómo va la gira 2011?

R–No me quejo voy haciendo mis conciertos a pesar de la crisis económica tan grande que hay en España.

P–-¿Sus vínculos con la comarca del Campo de Gibraltar?

R–Desde que conocí hace cinco años a mi novio y manager personal Antonio Llanos vengo a veranear aquí. Y cuando mis niñas van terminando el colegio me entra el gusanillo para venirme, porque la gente es muy especial y diferente encantándome, porque la primera vez que llegué a la urbanización, parecía que me conocían de toda la vida. Tengo muy buenas amigas y me gusta ir al mercadillo de La Línea con toa la caló del mundo y esperar esa cola tan grande para entrar a Gibraltar.

P–-Diga lo que quiera para finalizar.

R–Muchas gracias por esta entrevista que me has hecho tan entrañable, con esa sensibilidad que hablando me has puesto el vello tieso. Eso se está perdiendo porque no hay magia ni sensibilidad. Y darle las gracias a toda la gente que quiere y escucha cantar a ‘La Húngara’.

Noticias relacionadas