Antes de terminar este recorrido urbano, resulta oportuno volver a la calle Alta y detener nuestra mirada en la sede que tuvo el casino de Los Barrios en la segunda mitad del siglo XIX.
Es un edifico construido en 1853, de fachada armoniosa y elegante, que destaca tanto por la filigrana de forja conservada en las rejas de algunas de sus ventanas y puertas de la planta baja, como por los efectos luminosos en los diversos elementos de su cornisa y sobre todo por los restaurados antepechos con pliegues en manteletes, uno de los elementos arquitectónicos más genuinos del urbanismo tradicional de Los Barrios.
El que ese edificio sea en la actualidad el domicilio familiar del dibujante es lo de menos. Lo que justifica su inclusión entre las restantes láminas, sin duda, se debe a la meritoria restauración llevada a cabo por el mismo en 1983, para salvar de la demolición un edifico que refleja bien nuestra antigua imagen urbana.
© Dibujos: Antonio Álvarez Vázquez
© Texto: Manuel Álvarez Vázquez