La refinería “Gibraltar-San Roque” depura todas las aguas de forma continua y dispone de tres sistemas de recogida de aguas residuales independientes para dar un tratamiento específico a cada uno de los tipos: las aguas de procesos, el agua de deslastres y el agua de lluvia. La Refinería trata del orden de 400 a 500 metros cúbicos a la hora.
Actualmente, la Refinería consume la mitad del agua que utilizábamos en la puesta en marcha de la Refinería, habiendo triplicado el tamaño de la instalación desde entonces.
Toda el agua que se emplea en la Refinería se centrifuga, como proceso más eficiente que un filtrado, para reducir su volumen de forma significativa. El residuo contiene agua e hidrocarburos que se centrifugan para separar los restos sólidos del agua propiamente dicha, que se devuelve a la planta de tratamiento de aguas residuales.
En la planta de tratamiento de aguas residuales se realizan dos fases. En la primera, se lleva a cabo la separación física y físico-química de los hidrocarburos presentes que se devuelven al proceso productivo y, en la segunda, se trata biológicamente con microorganismos, nutrientes y oxígeno en dos reactores biológicos de lodos activos. Posteriormente, se decantan los lodos bacterianos.
Las aguas de lluvia que pueden arrastrar restos de hidrocarburos se incorporan a estos dos procesos anteriores.
En la Refinería se reutiliza el agua que se vierte a través del emisario submarino una vez que ha sido tratada en la planta de aguas residuales. Si no se reutiliza, una vez depurada se envía al mar conforme a los parámetros medioambientales que indica la Autorización Ambiental Integrada de la Junta de Andalucía, que nos vigila y monitoriza en continuo.
Esta autorización contempla la realización de análisis diarios, quincenales, mensuales, trimestrales y anuales que no se centran siempre en los mismos parámetros, para así garantizar una completa visión de la calidad del agua tratada que sale de la instalación a lo largo del año.
El agua sale al mar a través de un emisario submarino, a 600 metros de la costa, que dispersa el agua provocando el mínimo impacto en el entorno receptor. En el año 2009 se vertieron un total de 4,513,924 de metros cúbicos, un 9,1% menos que en 2008.
CEPSA cuenta con un Comité de Vecinos donde bimestralmente se tratan temas relacionados con la industria. En su próxima reunión, que se celebrará a primeros de mayo, informará a los vecinos asistentes sobre el tratamiento de aguas que se lleva a cabo en la planta de tratamiento de aguas residuales, con el fin de disipar las dudas que pudieran tener.
Además, CEPSA difundirá, en el próximo número de la revista “Entre Vecinos”, un artículo exhaustivo, junto con una infografía, para explicar a todos los interesados el proceso de aguas residuales.





