A principios del siglo XX, Pablo Larios estableció su residencia familiar en una mansión construida sobre un altozano de Guadacorte, no lejos del río Guadarranque, desde cuyo lugar se podía admirar una maravillosa vista de Gibraltar y su Bahía.
Esa decisión fue equiparable con la que su hermano Ernesto llevó a cabo por esa época en el Monte de la Torre. Sin embargo, a pesar de las similitudes entre sendos proyectos, hay visibles diferencias entre ambas mansiones.
La de Pablo Larios, sin perder el aire colonial inglés, según parece, se identifica mejor con las viviendas señoriales construidas en el condado escocés del que era oriundo su amigo el marqués de Bute, noble inglés muy vinculado con Guadacorte, mostrando además algunos elementos arquitectónicos que quizá recuerdan al Palacio de los Gobernadores en Gibraltar.
Esta mansión de Guadacorte, a pesar de su belleza, es menos conocida en Los Barrios que la del Monte de la Torre, por eso, se agradece a Antonio Álvarez contemplarla al menos a través de su bello dibujo.