Carta a los Reyes Magos y sus respuesta

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(A los Belenes del Belén , a todas las mujeres y, a todo aquel que busca el Portal donde está siempre encendida la Luz de la Verdad.)

(A Concepción Arenal , galega universal, que, co Belén de Begonte, sempre serán chaves mestras que abren e esnaquizan candados insolidarios.Unha e outro, tamén son estrelas rutilantes nesta terra e, dinamitan as murallas das prisións dos inocentes, abrindo portais de grandes esperanzas.)

Érase una vez, en data no muy lejana dado que ya existía el Belén de Begonte, una mujer que vivía en una aldea por determinar de Galicia. La buena señora las estaba pasando muy mal en su hogar, se hallaba a punto de sumirse en una profunda depresión, y, ante esa terrible situación, una íntima amiga, chica muy jocunda y viajera, le dijo un día de Diciembre:

-“ Maruxa, como llega ya la Navidad por qué no vamos un día a Begonte; allí hay un belén muy singular y te gustará verlo. Te distraerás un poquito; además pasamos una jornada por Terra Chá que es una zona muy hermosa” .

Maruxa le contestó:

-“ Vale , me parece muy buena idea”.

Aquella noche, sin que su esposo la viera, se puso a escondidas a escribir una carta. Se trataba de la misiva que, en estas fechas solemos redactar, la tradicional epístola dirigida a los Reyes Magos y, con una caligrafía muy bella y legible, lo siguiente, en una cuartilla, expresó la buena señora:

“ Queridas Majestades:

No estoy en edad de pediros aquellos juguetes, los que tanto de vos demandaba en mis Navidades infantiles, aquella hermosa y linda muñeca de pelos rizados, como la reina de Saba, o la rubia de melena tan dorada como si fuera la monarca de Thulé. Esas ya desaparecieron, su vida fue tan corta, como aquella niñez tan linda para mi, aunque, ahora que pienso, una de ellas queda en el trastero y todas están en el baúl de memoria. Cuando tenía unos quince años, al destaparse la bonita caja de sueños infantiles, dejé de escribiros aunque, la única vez que lo hice, como os pedía un novio, me dejasteis una nota diciendo: “ Nena, eso no es un juguete. Los sentimientos no son para jugar con ellos. Lo que demandas debe concedértelo San Valentín. Nosotros solamente traemos regalos a las niñas/os pues, el amor es muy grande; la prueba está en que nosotros fuimos al Portal para recibirlo y adorar al que, por amor a la humanidad, entre nosotros nació y padeció”.

En verdad que me desmoralicé pero, comprendí que ya era mayorcita y, siguiendo vuestro consejo, a San Valentín me dirigí. No me dio una respuesta automática pues, el asunto sentimental, aún pareciendo fácil, en el fondo, es muy nemoroso pero, un día me llegó la flecha de Cupido a mi corazón. Estaba pletórica, aunque, ignorante de mí, no sabía que esa sagita de amor también, pasados algunos años, contendría la ponzoña peor. Ahora, como no tengo a quien pedirle ayuda, os la pido a vosotros, Reyes Magos. Perdonad, si se empaña lo escrito con mis lágrimas, porque me duele mucho lo que os digo, ya que, soy una mujer maltratada. Mi compañero me trata como una esclava, mi casa es una prisión en la que estoy encerrada y él, mi peor carcelero . Vivo presa del miedo; cuando oigo abrir la puerta tiemblo y pienso que, en cualquier momento puedo yacer muerta, pero no me atrevo a levantar la voz. Quisiera, Majestades de Oriente, que me hagan el gran favor de regalarme lo que él me ha robado, mi libertad. Sé que volveréis a decirme : “ Ni eres niña, ni eso tan valioso es para jugar. Tú tienes la llave, úsala”.

Perdonad pero, como vamos a estar pronto en Navidad, devolvedme la ilusión de sentirme mujer y no galeote presa de la más dura cadena. Amarrada al banco de la galera de un engañoso amor sufro la peor de las penas. Como inocente que soy, no merezco tal injusta condena.

Respetuosamente, y esperando vuestra complaciente y eficiente respuesta, os besa la mano, una mujer de las muchas que viven en el castillo del Herodes moderno, el machista terrible.”

Acabó la carta y, con la emoción casi de cuando era niña, la guardó.

Al otro día le dijo a su amiga:

-“Yoli, si quieres vamos el sábado a ver el Belén de Begonte”

Y ella le respondió:

-“ Sí, Maruxa, verás que bonito!!”

Excusado queda decir que hubo de contar mil historias al intransigente marido, diciendo que iba con su amiga a ver un familiar que tenia ingresado en el Hospital de Lugo .

Llegó el día fijado y, ambas marcharon a Begonte. Cuando entraron, junto con más visitantes, a ver esa joya begontina y gallega, el Belén del Centro Cultural “ José Domínguez Guizán” quedaron asombradas; pues les resultó espectacular ver juntos lo terrenal, la vida cotidiana tradicional de Galicia, sumada a lo espiritual. Todo en uno, y envuelto y arropado en quien está desnudo y pobre, el Niño Jesús, pero, como le pasó al reverendo padre Don José de Begonte, “ con su pobreza y su trabajo nos enriqueció a todos”, como consta inscrito sobre su lápida. Sin decir nada a su amiga, sacó la carta y la dejó en una esquina de la grada en la que se coloca el público que visita a la Joya de Begonte, aprovechando que ya no entraría más gente, pues iba ser hora de cierre del Belén de Begonte en aquella jornada..
Marcharon comentando lo grandioso que era todo lo allí visto y, sobre todo sentido.

Al llegar a casa no pudo evitar decir al esposo que, después de la visita al Hospital, fueron a Begonte y contemplaron lo que todos los ojos humanos deben ver para que su corazón palpite con más amor, el Belén de Begonte.

El marido dijo:

“ ¿Tan bonito es? Pues, el venidero domingo vamos los dos y me lo enseñas!!”
Llegado el día del Señor marcharon hacia allí. Entraron y, el hombre quedó atónito mirando tal fascinante espectáculo. Parecía como si se transfigurara, pues experimentó un rotundo cambio de visaje . Maruxa, observando de reojo, buscó con su mirada, la esquina donde dejó la carta aquel día y, se percató que había un sobre, pero de color sepia, no blanco, como el que ella allí colocó. Como su compañero estaba absorto mirando las figuras en movimiento no percibió que su mujer, viendo que en aquel sobre decía “ Para Maruxa”, lo recogió e introdujo en un bolsillo de su abrigo. Ya llevaban largo rato y entró uno de los responsables de tan grandiosa obra, acompañado del sacerdote, Don Xesús , y les comunicó:

-“ Disculpen, tenemos que cerrar; por hoy, ya se acaban las visitas”

El marido con palabras muy débiles y enternecidas, las propias del que se siente culpable de haber pecado, dirigiéndose al reverendo, le rogó:

-“ Padre, necesito de confesión, se lo ruego”!!
Maruxa quedó sorprendida pero lo disimuló y mantuvo silencio, cosa en su boca ya tan normal.

A lo que el cura párroco de la iglesia de Begonte , D. Xesús ,con su palabra que es remanso de paz, le contestó:

-“ Por supuesto, hijo, pasa, por favor!!”

Marcharon a confesar y Maruxa, aprovechando que estaba sola, fuera del Centro Cultural “ José Domínguez Guizán”, en el atrio , extrajo del sobre la carta y se dispuso a leerla. Era la respuesta que le mandaban los Reyes Magos y, lo siguiente le escribieron:

“Maruxa, ya tienes edad y no queremos hacerte más regalos pero, según lo contado, como sabemos que vives como una niña sin niñez siendo mujer ; en esta ocasión, y sin precedentes, te lo concederemos porque has venido a Begonte y, todo aquel que acude a visitar el Belén de Begonte o a Begonte del Belén merece que se le otorgue una gracia especial. En esta Navidad tu vida va a cambiar, pues tu marido dejará de maltratarte y, arrepentido suplicará tu perdón. Pero, recuerda, no es dádiva nuestra, acéptalo como un milagro más de los muchos que acaecen en el Begonte del Belén. Mantenlo en total secreto; pues son muchos los visitantes que han sido distinguidos con algún acto milagroso, pero siempre les pedimos, por amor a Dios, que no lo hagan público , sino el libro que, en su día, escribió D. Xulio Xiz sería una enciclopedia interminable si, el periodista y locutor, fuera sabedor de los muchos prodigios que aquí se dan, aunque bien somos conscientes que D. Xesús, D. Xulio y todos los artífices de esta obra, que hace que un pueblo como Begonte sea Capital Espiritual, bien saben que aquí los corazones, con esta Luz se lustran y purifican saliendo totalmente rehabilitados, como le ha pasado a tu esposo en el día de hoy.

Es una deferencia del Belén de Begonte que no quiere que nadie sufra y sea víctima de violencia o discriminación alguna.
Feliz Navidad de los Magos de Oriente “

Iba a guardar la carta pero, sopló un viento casi huracanado y la arremolinó con una nube de hojas, llevándola muy alta , hacia el firmamento, perdiéndose a los ojos de Maruxa que la buscaba como globo de fiesta que se escapa de las manos de una chiquilla.

En ese momento regresó su esposo y, con voz muy amorosa, le dijo:
-“ Maruxa, el sacerdote me ha dado la absolución pero yo quiero que tú me concedas tu perdón, pues aquí, junto a este Belén me arrepiento del trato tan vejatorio que te he dado. Nunca más haré tal cosa.”

Ambos, envueltos en lágrimas , unas de tristeza por el daño infringido y otras, de alegría por el cambio experimentado en su marido, se abrazaron y así, fundidos en un sentimental abrazo marcharon dando gracias porque les había tocado allí la mejor lotería, el premio de que aquel hombre recobrara el sano y recto juicio que no sabemos por qué lo había perdido. Alejándolos el Belén de comisarías y hospitales. De estar en la oscura noche del maltrato, Maruxa, gracias a los Reyes Magos, fue feliz durante todos los años de su existir pero, cuando llegaba la Navidad, esposa y marido, al Belén de Begonte, con regocijo venían pues allí el corazón de quien obraba como desalmado se humanizó y, lleno de respeto siempre supo mantener vivo el amor conyugal diciendo en la cena de Navidad:“

Por el Belén de Begonte, que despertó e hizo palpitar mi corazón que estaba brutalmente dormido”Y su mujer le contestaba:

“Por él y por los Reyes Magos que no abandonan al niño/a y siempre le proporcionarán, cuando sea adulto, el regalo que no necesita pilas ni se compra en almacén alguno; el que nunca debe romperse, el respeto y el amor, que todos nos debemos en este mundo. El espejo de todos esos valores está en la entrañable Navidad, que muy bien refleja su grandioso y celúrico brillo la fascinante estrella que en Terra Chá está, el Belén de Begonte o Begonte del Belén “.

Post Escriptum;

No vindeiro remate de Xaneiro de 2020, lemos nos xornais as novas de dúas celebracións:

Unha, o nacemento, fai dous séculos, dunha muller que é referente para todas/os, Concepción Arenal, e outra, a clausura do grande Nacemento, o Belén de Begonte, que, ano tras ano, abre as súas portas facendo latexar moi forte os corazóns, que están desexando que chegue Decembro para volver ver a esa estrela brillar con plena intensidade en Terra Chá, para que Galicia,Andalucía, España e a humanidade teñan sempre acesa o lume que necesitamos en todas as estacións, a bendita fogueira do amor, a Deus, ese Pai feito home e reflectido nos seres humanos.

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