Grande es aquel que para brillar no necesita apagar la luz de los demás

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Daniel Rodríguez Castillo | responsable del Grupo Operativo de Apoyo y Prevención (GOAP) de la Policía Local de Los Barrios

En primer lugar, me presento. Con nombre y apellidos. Veré ésta contienda desde la primera línea de batalla, y no desde la seguridad que para algunos les proporciona el anonimato. Soy Daniel Rodríguez Castillo, responsable del Grupo Operativo de Apoyo y Prevención (G.O.A.P.) de la Policía Local de Los Barrios.

El motivo de tan triste misiva, no es otro que el de defenderme ante el escarnio público al que tanto yo, como mi grupo se ve sometido día tras día. Y digo triste, porque me parece vergonzoso radiar la trastienda de un colectivo que debe destacar ante todo por su ejemplaridad. Me ha tocado vivir entre las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, donde todo se publicita y de una manera voraz: sin escrúpulos ni remordimientos. Con falta de rigor y lleno de falacias. Con difamaciones y calumnias. Por lo que no me queda otra cosa que adaptarme, que hacer un ejercicio de supervivencia e intentar que se escuche mi voz; porque es totalmente injusto que solo una parte florezca y se desconozca de qué está hecha la otra mitad. Viéndolo en su totalidad, podremos alimentar adecuadamente nuestras opiniones personales.

No daré nombres ni siglas. Mi mensaje irá directo a los aludidos, que los habrá…y el resto de personas, que han podido ser contaminadas por una sola versión, tengan las dos cartas sobre la mesa, y decidan.

No lo hago por mí, lo hago por los integrantes de mi grupo. Ellos me han demostrado sus valías personales y profesionales, engrandecen la palabra COMPAÑERO y dignifican la profesión. Seguid así, sois un ejemplo de honor y sacrificio. Es un orgullo teneros a mi lado, codo con codo. Hombro con hombro. Aquellos personajes aficionados a articulistas, y activos en las redes sociales, que relucen exabruptos sin ton ni son, no os llegan ni al barro de vuestras botas.

Para una mejor comprensión lectora, desgranaré mi trayectoria personal y definiré el camino que me ha llevado hasta aquí. Con transparencia. Sin cortapisas.

Yo soy de Ceuta. Y Ceutí me siento. Es la tierra que me vio nacer y es la tierra que me vio crecer. Pero también me siento Barreño, porque es la tierra que me está viendo madurar. Aquí me casé con el amor de mi vida y aquí nació mi hijo, mi otro amor.

Mi Padre es Oficial del Cuerpo Nacional de Policía, y digo es, porque a pesar de estar Jubilado lo sigue siendo, lo lleva dentro. Es mi ejemplo. Mi Espejo. Mi referente. Mi “Pepito Grillo”, al que mi conciencia le pregunta cuando tiene dudas, cuando necesita una luz en la oscuridad. Mi norte. Mi guía…

Siendo pequeño, destinaron a mi Padre al País Vasco y junto a mi familia, viví allí más de cuatro años. Pasamos la más cruenta época de ETA, donde mi progenitor luchó con valentía contra dicha organización terrorista, y donde vio amigos “caer” a sus pies. Pero seguía sin ver mermada ni un ápice, esa actitud policial que tanto le caracteriza.

Yo comencé mi carrera profesional en Ceuta, destinado en Seguridad Ciudadana y en la Unidad de Intervención Rápida (U.I.R.); mis primeros años los compartí con mi Padre, que en esos momentos era Jefe de lo que actualmente se denomina Unidad de Prevención y Reacción (U.P.R.), ya que ambos coincidíamos de servicio. Un privilegio. Una verdadera escuela. Pocos han tenido la suerte de desarrollarse profesionalmente como yo. He tenido al maestro en casa, y qué maestro.

Aquí empecé mi andadura en Seguridad Ciudadana, para desde enero del 2011 formar parte del Grupo Operativo de Apoyo y Prevención (G.O.A.P.); de lo que pueden dilucidar que no fuimos creados por el actual gobierno, sino por el anterior. Es decir, un partido político nos crea, y otro diferente nos mantiene. Con ello, podemos extraer paralelamente que si tenemos el apoyo de ambas formaciones políticas y paradójicamente diferentes, es porque nuestro trabajo algo de validez tiene.

Somos apolíticos, y eso conlleva no limpiarnos con pañuelos verdes, azules, rojos o morados…el sudor de nuestra frente, nos lo secamos con los callos de nuestras manos. Somos la “Guardia Pretoriana” de los ciudadanos y ciudadanas, que es para los que trabajamos y a los que servimos.

Soy Maestro de la Especialidad de Educación Física por la Universidad de Granada, Experto Universitario en Educación Vial por la UNED, Experto Universitario en Formación y Gestión de la Policía Local por la UNED, Especialista Universitario en Análisis del Terrorismo Yihadista, Insurgencias y Movimientos radicales por la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla), Máster en Seguridad Pública y Privada por la Universidad de Valencia, Máster en Protección Civil y Gestión de Emergencias por la Universidad de Valencia, Máster en Fenomenología Terrorista por la Universidad de Granada. Soy Cinturón Negro de Taekwondo, Cinturón Negro de Defensa Personal Policial y Cinturón Negro de Defensa Personal Femenina. Instructor de Unidades de Intervención Policial, Instructor de defensa personal Policial, Instructor de Sistemas Policiales de Defensa personal, Profesor-Especialista en Actividad física y autoprotección para la tercera edad, acreditado por el Ministerio del Interior a través del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil para impartir en los centros de formación, actualización y adiestramiento del personal de seguridad privada y Guardas Rurales enseñanzas de las áreas: Técnico-Profesional, Preparación Física, Protección y Seguridad, Profesional, Técnica en Preparación Física y Defensa Personal…entre otras muchas cosas.

Si hablamos de méritos, de mi etapa de Ceuta no tengo ninguna sombra y sí muchas luces. Ninguna pena y sí mucha gloria. Felicitaciones públicas, Galones de Mérito o

Medallas al Mérito Policial reconocieron mi trabajo. Tal vez también allí me lo “regalaron”. Si continuamos con mi actual destino, tengo más felicitaciones Públicas formando parte del “092” que del G.O.A.P., y no solo por el actual gobierno, sino por el anterior y por otros Partidos Políticos. He sido reconocido en la localidad de Alcalá de Los Gazules, junto con otro compañero, que curiosamente ahora también está en el G.O.A.P.

Con éste breve resumen, no quiero resultar presuntuoso, es más, me da vergüenza ajena tener que redactarlo. Pero es la única manera, de que vean mi FORMACIÓN y MI EXPERIENCIA, para que deduzcan que no NECESITO, ni QUIERO, que me “regalen” nada. Ya he empleado mi tiempo, mi dinero y mi esfuerzo para que no tenga que recibir dádiva alguna. La única medalla que busco con ahínco, es el abrazo de mi hijo cuando cruzo la puerta de mi casa con la cabeza alta y con la sensación de haber hecho lo correcto.

Me he preparado toda mi vida para esto. Para ejercer mi labor de la mejor de las maneras posibles. Soy un enamorado de mi profesión y disfruto de cada segundo con el uniforme puesto, tanto, que antepongo mi trabajo a mi familia. No sé hacer otra cosa.

Los ataques que recibimos, vienen de todos los frentes. A nivel interno. De “coincidentes laborales” y de la ejecución de cierta labor “Sindical”, desde donde realizan escritos encubiertos a nuestras espaldas como si perteneciéramos a otro gremio o nos utilizan como “Caballo de Troya”; de lo que se deduce, que existe una mala praxis y una inadecuada representación de los trabajadores, ya que no luchan por el derecho de TODOS los trabajadores, sino por el derecho de unos, PISOTEANDO los de otros. He podido ver como no han levantado un dedo cuando hemos sido vejados públicamente y en cambio, han movido cielo y tierra, para defender a los que han tirado la primera piedra, y la segunda, y la tercera…

Estamos continuamente sometidos a una auténtica “Caza de Brujas”, lo que podríamos llamar legislativamente hablando a un acoso laboral.

Para comprender tan primitivo acto, hay que remontarse a dos conceptos fundamentales: “Plazas de Oficial” y “Servicios Extraordinarios”. Y todo ello se reduce a una sola palabra: DINERO. Si hablamos del primer concepto, podrán entender el motivo de por qué restarle méritos a nuestras actuaciones, e intentar por todos los medios de que no seamos felicitados. Son puntos, y eso suma para la “guerra” por el ascenso. Se atreven irónicamente a calificar nuestros servicios de “ordinarios” o “ñoñerías”. A desprestigiar cada paso que damos. En respuesta, no hablaré. Dejaré que nuestros actos hablen por mí y como una imagen vale más que mil palabras, ustedes vean y juzguen. Por cierto, servicios por los que jamás hemos sido felicitados y es solo un pequeño ejemplo:

Pienso que no son “ordinarios” y mucho menos “ñoñerías”. Pero bueno, a lo mejor yo estoy equivocado y soy yo al que le invade la “envidia”.

Pasemos ahora al segundo de los conceptos: “Servicios Extraordinarios”. Decirles en primera instancia que yo no pienso como funcionario, pienso como POLICÍA. Y es por ello, que no entramos en un servicio imprevisto o previsto, como un evento en nuestro día de descanso por ejemplo, a realizar un “servicio extra” del cuál no recibimos remuneración económica alguna, vamos a ejercer nuestra ESPECIALIDAD. Trabajo para

lo que estamos especialmente entrenados y preparados (no lo digo yo, lo dice mi FORMACIÓN y lo dice mi EXPERIENCIA), y que las patrullas ordinarias no lo pueden acometer de la misma manera. Es decir, un recurso policial más para ofrecer a todos y todas un servicio acorde a la demanda ciudadana. “¿Quién es mejor?, ¿un fontanero, un albañil o un pintor?, la respuesta es obvia: quien sea necesario en cada caso”. Si tenemos un Médico Cirujano y un Médico de cabecera, los dos son Médicos, pero si hay que realizar una operación, el Cirujano la realizará con mayores garantías, en cambio si hay que atender a alguien con gripe, el de cabecera será el más idóneo para su atención. Piensen por un momento, que lo que sucede en mi colectivo, ocurriera en otros cuerpos policiales. Imagínense por ejemplo, que hay un aviso de bomba. Y unos pocos “compañeros”, se pusieran a protestar porque han llamado a los “TEDAX” y éstos van a hacer un servicio “extra”. ¿Les entra risa?, a mí también. Es más, sería una NEGLIGENCIA de la administración que estando el G.O.A.P., determinados servicios fueran abordados por otras Unidades. Al igual que piden chalecos antibalas u otros materiales, para evitar la asunción de riesgos y por su propia seguridad, deberían solicitar la presencia del G.O.A.P. para la ejecución de determinadas intervenciones y no menospreciarnos con tanta vehemencia. Paradojas de la vida, lo primeros chalecos antibalas que trajeron a la Policía Local, fueron dotados gracias a una actuación mía con otro Agente, ahora miembro del G.O.A.P., con armas de fuego por medio y de la que nos propusieron para la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco de la Junta de Andalucía. Por cierto, el chaleco antibalas que portaba en ese momento y el que porto actualmente, han sido costeados de mi propio bolsillo. Eso y muchos más materiales, porque como dije previamente, intento hacer mi trabajo de la mejor de las maneras posibles y si tengo que invertir en mi seguridad para poder dar una mayor seguridad a los ciudadanos y ciudadanas así lo haré siempre.

Vayan deduciendo, ¿qué se trata del G.O.A.P. y por eso reconocen nuestra labor o de las personas que lo componen?.

A todo lo redactado, hay que añadir, que no solo destacamos por la acción directa policialmente hablando, sino que realizamos una labor social muy importante en el municipio: Educación Vial en el alumnado de Infantil, Ponencias de drogas a alumnos/as de los Institutos de Enseñanza Secundaria, Padres/Madres y docentes, Talleres de Defensa Personal Femenina, charlas de seguridad dirigidas a la tercera edad, elaboración de cuentos para que nuestros niños y niñas no se pierdan en la Feria, etc…hemos abierto puertas que antes estaban cerradas y hacemos un amplio ejercicio en el ámbito de la prevención, adaptando el trabajo policial a la realidad social.

Algunos se piensan que impartir esas clases es llegar y besar el santo, es decir, solo quieren ver la punta del iceberg y no todo lo que hay detrás. Nosotros buscamos la calidad de la enseñanza y para ello, elaboramos Power Points, Unidades Didácticas, Programaciones…un trabajo arduo que realizamos fuera del horario laboral, en horas de descanso. En nuestras casas. Por eso, hablan del 3 x 1 como si de una Chirigota se tratara y cantan al ritmo del 3 x 4.

El pasado año fui Subcampeón de Europa de Taekwondo en la modalidad de combate, en los VI Juegos de Policías y Bomberos, y participé en el programa de Juan y Medio: La tarde, aquí y ahora de Canal Sur TV para enseñar unas nociones básicas de defensa personal femenina; llevando el nombre de la Policía Local de Los Barrios más allá de sus fronteras.

No obstante, si tan privilegiados y favorecidos somos, que opten a una plaza cuando haya una vacante. Que se vengan al G.O.A.P. Yo llevo muchos años sin poder llevar a mi hijo a la Feria, a la Romería, a los Carnavales, Al Toro Embolao, a la Tagarninada, etc…porque trabajo. Menudo privilegio el no poder disfrutar junto a tu familia cuando todo el mundo se divierte.

Yo he sido educado en principios y valores, no nado en un mar de heces donde el fin justifica los medios y donde venda a mi Madre si es necesario. No busco dinero (simplemente lo que me pertenece), no soy un mercenario. Busco dignificar mi profesión. Tengo límites en mis actos y no carezco de ellos para machacar al prójimo.

Metafóricamente hablando, nos encontramos ante una clase donde al empollón (que es el que hace las cosas bien), hay que perseguirlo, acosarlo y destruirlo. Les invade el “Síndrome de Procusto”, un mal endémico que hace florecer sus propias carencias. Se retratan solos.

Afortunadamente, solo hablamos de unos pocos, lo que pasa es que hace más ruido un árbol que cae, que cien que crecen. Hay grandísimos profesionales en el resto de Unidades, siendo esas Unidades la base que cimienta la casa. Nosotros venimos de allí, no olvidamos nuestros orígenes. Ellos son los verdaderos artífices de la seguridad. Hacen un trabajo extraordinario, pocas veces reconocido, ya que no se ve, luchan entre tinieblas…y gracias a ellos, nosotros estamos liberados de ciertas labores rutinarias que nos permiten hacer mayor hincapié en determinados servicios.

Espero que éste escrito sea un punto de inflexión para unos pocos, y que hagan examen de conciencia. Les pido por favor, que no me obliguen a ser más contundente con mis palabras, ni busque otras acciones. Les recuerdo que “valgo más por lo que callo, que por lo que hablo”, no me empujen a “refrescarles” la memoria. No atenten más contra el honor y la dignidad del grupo. Midan sus palabras, sepan que puede traerles consecuencias. No intenten darnos más lecciones de moralidad, porque precisamente habla quién más tiene que callar.

Por último, decirles que pueden preguntarme lo que quieran y cuando quieran para ampliarles información al respecto. Pero también, cuando escuche o lea a esos “cabecillas” y a sus adláteres manipular y tergiversar información del grupo al que represento, pregúntenles que son y que hacen, que les hablen de su pasado y de su presente. Que se defiendan con su trabajo y no menospreciando el trabajo de los demás. Pregúntense también si todo lo que hacemos está mal, si no hay nada que hagamos bien. Porque de sus palabras, es lo único que se extrae: crítica destructiva y gratuita. Después, saquen sus conclusiones.

Finalizo parafraseando a Don Quijote de la Mancha: “ladran, luego cabalgamos”.

Reciban un cordial saludo,

 

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