La Monarquía toca fondo

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José Salguero Duarte | Periodista y escritor

Hace un par de meses aproximadamente, en una de las tertulias a las que asisto e intervengo puntualmente cuando las circunstancias por mi parte lo requerían, y en las que concurren personas de cierta de edad y de distinguidos status sociales. Salió a relucir, que el padre del actual Rey de España, pasó muchas penumbras económicas cuando se encontraba en el exilio; escuchando decir que no tenía dinero ni para alimentar a sus hijos.

Lo anterior, es lo que se ha difundido por activa y por pasiva de forma objetiva o subjetiva, para que se enterara o no el poblacho de la situación económica tan crítica de los Borbones. Pero, sin embargo, siempre pensé que don Juan y su familia en el exilio vivieron muchísimo mejor, que muchos represaliados políticos por el franquismo, porque continuamente los hubo y habrá poseedores de grandes fortunas, los que ayuden a esa dinastía.

Pero lo que más me importunó de los que comentaban desde sus ilustres elocuciones académicas universitarias o castrenses de la pobreza de los Borbones, fue cuando uno afirmó con rotundidad que tampoco tenía dinero el rey de España Juan Carlos I.

Recuerdo, que no me entró la risa, por respeto a la edad de los autores de dichos comentarios, porque la Casa Real recibe de los Presupuestos Generales del Estado anualmente sobre unos 8 millones de euros aproximadamente, aparte de los presuntos tratos de favor, regalos, préstamos o donaciones que pueda percibir.

Servidor, tras lo anterior sobre el Rey, abandonó la referida tertulia política, para no seguir escuchando sobre ese asunto, porque los hay quienes a estas alturas de tantos cocidos, aún prosiguen sin ver las presuntas evidencias de los condimentos.

Porque, posicionarse y afirmar acerca de la veracidad de las penumbras de los Borbones por parte de los referidos ilustrados. Es como no reconocer tampoco que Juan Carlos I, es el Rey de España por la gracia de Dios y de sus genes, así como, por el genocida general Francisco Franco Bahamonde, que fue el que lo aupó por el año 1975 a lo más alto de la Jefatura del Estado. Siendo aceptado como tal, por los padres del constitucionalismo, en la transición que estaban cocinando, las formaciones políticas dominantes por entonces; desde la agónica dictadura de Franco hasta desembocar en esta monarquía parlamentaria.

Días posteriores, a la susodicha tertulia, entregué una fotocopia relativa a la publicación realizada a finales de septiembre del pasado año en el diario The New York Times, en la que estimaban que “la fortuna de Juan Carlos I es de unos 2300 millones de dólares (1800 millones de euros), aunque los monárquicos incluyen en esa cantidad los bienes del Estado”.

El asunto, por mi parte, acerca de la riqueza o no de los Borbones quedó en ese punto hacia los tertulianos. Siendo significativo, que un buen amigo que se encontraba en la tertulia, me aconsejó hace unos días, que no comentara ni escribiera más sobre esos temas, porque no me favorecían al crearme muchos enemigos. Contestándole, que esa noticia referente al Monarca figuran publicadas en periódicos digitales y en las redes sociales. Y que en este caso soy un mero mensajero sobre lo que afirma The New York Times y lo que niegan los tertulianos.

Y como “el tiempo pone a cada cual en su sitio”, esos tertulianos monárquicos, así como servidor que no lo es y menos juancarlista, estamos en el lugar que a cada uno nos corresponde. Porque el pasado domingo 31 de marzo en el diario El Mundo, salió publicado el testamento heredado hace unos veinte años por el rey Juan Carlos y sus dos hermanas. Siendo la fortuna que al parecer poseía el conde de Barcelona, de unos 728 millones de las antiguas pesetas distribuidas en tres cuentas en Suiza, más unos inmuebles por valor de un montante aproximado de 350 millones de pesetas.

La información del diario El Mundo indicaba, además, que el Rey fue el mayor beneficiario en dinero con unos 375 millones de pesetas de esas cuentas. Siendo, por tanto, incierto que su padre en el exilio no tuviera un duro ni su hijo Juan Carlos ahora tampoco, como ha quedado demostrado en lo testado por el padre del Rey.

Este asunto de la herencia del Rey ha provocado, que varias formaciones políticas, tras salir a la luz pública el testamento, pregunten si en su día el Monarca trasladó su gran fortuna de Suiza a España y, dónde tiene el Rey depositado el dinero heredado…

También, como consecuencia a los escándalos que envuelven a ciertos miembros de la Casa Real, la Monarquía española toca fondo, hasta el punto, que horas después de ser publicada la herencia que percibió el Rey. El juez Castro, en un auto fechado el pasado 3 de abril, imputó a la infanta Cristina por el caso Nóos y Aizoon.

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